Hydra
Miembro Maestro
El cuerpo de un niño de 11 años fue ofrendado por una secta satánica y le hicieron cosas que ni las mentes más perversas pueden llegar siquiera a imaginar.
Ramón Ignacio González
Era viernes aquel 6 de octubre del año 2006, parecía una jornada tranquila en la ciudad de Mercedes, Provincia de Corrientes, República Argentina. En horas del mediodía Ramón Ignacio González de 11 años, alias “Ramoncito”, salió de su casa para ir a la escuela.
Este niño, cuando terminaba de estudiar solía trabajar vendiendo estampitas en la terminal de ómnibus, con el objetivo de poder distraerse con juegos cibernéticos y además mantener a su familia. Sin embargo aquel viernes todo sería distinto, "Ramoncito" no volvía a su casa.
Las horas pasaban y Norma González, la madre del niño desaparecido, decidió radicar una denuncia recién el sábado por la mañana. Aparentemente la policía no lo buscó, quizás los uniformados minimizaron el caso por el estado de vulnerabilidad de la familia de “Ramoncito”.
Ellos eran de escasos recursos, Ramón siempre andaba por la calle porque era prácticamente el sustento de su familia, aunque nunca se había ausentado tantas horas. Muchos creen que la policía pensó que en algún momento iba a aparecer sano, volviendo a su casa como si nada.
Norma no se quedó de brazos cruzados, estaba intentando averiguar dónde estaba su hijo con ayuda de algunos familiares, pero no obtuvieron resultados positivos, hasta que al día siguiente todo cambiaría para siempre. Encontraron a "Ramoncito" de la peor manera posible.
El 8 de octubre por la mañana, una mujer escuchó ladridos en el patio trasero de su humilde vivienda ubicada cerca de unas vías, donde también funcionaba una gomería. Se dirigió al lugar y encontró el pequeño cuerpo que estaba siendo tironeado por perros callejeros de la zona.
A continuación voy a detallar algunos informes de los médicos forenses que son cruciales para el entendimiento y desarrollo de esta historia, por lo que recomiendo a las personas que pueden ser afectadas en su sensibilidad, culminar la lectura en este párrafo.
El cadáver estaba en posición decúbito ventral, decapitado y con signos evidentes de haber sido abusado sexualmente. La ropa interior había sido manipulada y las partes íntimas expuestas, además de presentar rastros de aparentes fluidos y lo que parecían ser excrementos.
Una de sus piernas estaba parcialmente cruzada encima de la otra, el cráneo estaba al lado del cuerpo.En la nalga izquierda se exhibía lo que aparentaba ser un corte profundo, también quemaduras de cigarrillos en las piernas y una de sus manos, no había mucha sangre.
El cuerpo no tenía cuello, es decir que la cabeza fue descarnada de manera tal que el cráneo estaba totalmente expuesto. La cabeza no presentaba piel ni cuero cabelludo, a excepción de un pequeño fragmento prolijamente cortado que se encontró sobre una piedra. Fue despellejado.
El cuerpo no tenía cuello, es decir que la cabeza fue descarnada de manera tal que el cráneo estaba totalmente expuesto. La cabeza no presentaba piel ni cuero cabelludo, a excepción de un pequeño fragmento prolijamente cortado que se encontró sobre una piedra. Fue despellejado.
La cantidad de sangre recolectada del lugar de hallazgo, indicaba que el corte que produjo la muerte de la víctima ocurrió en otro lugar.El degüello comenzó por la parte lateral izquierda del cuerpo mientras la víctima estaba aún con vida, había sido realizado por un diestro.
Se determinó una dilatación anal perpetrada con un instrumento rígido y grande, que produjo la lesión previa determinante del comienzo de la putrefacción en las fosas ilíacas. Empalamiento que no descartaba la relación sexual anal señalada por los peritos forenses en su momento.
Había signos de asfixia mecánica y también de una broncoaspiración, ambos hechos podrían haber sido causados en simultáneo o bien haber ocurrido secuencialmente.Todo indicaba que la víctima tuvo un sufrimiento indescriptible durante la agonía, fue sometida a una tortura.
Se constató la falta de determinadas piezas óseas correspondientes a la región cervical de la columna vertebral, en particular las 4°, 5°, 6° y 7° vértebras, ubicadas inmediatamente por encima de la línea de degüello, precisamente en la separación de la cabeza y cuello.
Desde un principio se sospechó que el asesinato se trató de un "crimen ritual" y que la víctima fue sacrificada en carácter de ofrenda.Además se creía que el cuerpo fue "vaciado" para otra finalidad, teniendo en cuenta que la sangre había sido sustraída intencionalmente.
Absolutamente toda la comunidad quedó estupefacta con lo que había sucedido, la familia de Ramoncito también. Cabe resaltar que la madre del fallecido tenía una discapacidad intelectual, a modo de entender el contexto social y porqué el pequeño estaba obligado a trabajar.
Unos días después de lo acontecido, unos medios de comunicación accedieron a las fotos del hallazgo del cuerpo y se publicaron, quizás ese fue el momento que de manera masiva se comenzó a exigir justicia, ejerciendo mucha presión sobre las autoridades y los investigadores.
En contrapartida, mientras más avanzaba la investigación, más se notaban los intereses de personas que ocupaban altos cargos en la sociedad de que se "olvide" el caso. Resulta que detrás de este horrible crimen, había una secta satánica en plena etapa de conformación.
''Señor de la muerte''
Lo que hacían se basaba ideológicamente en ritos afrobrasileños y cultos al "Señor La Muerte". Esta secta usaba y comercializaba drogas, además incurrían en prostitución infanto juvenil y según declaraciones testimoniales, filmaciones de pornografía y sadismo infantil.
Cada herida que presentaba el cuerpo de Ramoncito tenía un significado "espiritual" o ideológico, las personas que le hicieron eso tenían pleno conocimiento de sus acto. Decidieron llevarlo a cabo de manera premeditada, lenta y con la mayor crueldad posible, el ritual duró horas.
Los sospechosos de a poco fueron apareciendo, testimonios de vecinos fueron cruciales para entender el funcionamiento de la organización, se hicieron allanamientos y se descubrieron decenas de víctimas menores de edad, obligados a cometer hechos deleznables para ganar dinero.
Una niña había sido testigo de todo lo que le hicieron a Ramoncito, declaró en varias oportunidades y contó en detalle todo lo que sucedió, habló de velas, rituales, violaciones, consumo de drogas, canibalismo, entre otras cosas. Además identificó plenamente a los asesinos.
En un proceso largo fueron puestos a disposición de la justicia miembros operativos de esta asociación criminal, con pruebas de todo tipo que se encontraron en allanamientos, además la declaración de testigos, varios afrontaron un proceso judicial y en el 2015 fueron condenados.
Casi un año después, encontraron a Daniel Alegre, el hombre que utilizó los cuchillos con el cuerpo de Ramoncito. Curiosamente este hombre se había mudado a Córdoba y estaba trabajando como inspector de tránsito cuando fue atrapado, también obtuvo cadena perpetua.
Por último, Patricia López fue absuelta en primera instancia pero luego condenada en casación , pero para ese entonces ya se había fugado.Estuvo prófuga durante 13 años y en el año 2019 la atraparon para que cumpla su condena. Ella era enfermera y drogaba a la víctima.
Fermín Reynaldo Sánchez alias "Pai Alberto" fue quien violó a la víctima. César Carlos Alberto Beguiristain alias "Carlitos", "El Porteño" o "El Brujo", fue quien despellejó a Ramoncito, le quitó la piel y la sangre. Finalmente Daniel Alegre, el inspector, fue quien lo ultimó.
Los demás integrantes se sorteaban para golpear a Ramoncito, apagarle cigarrillos, observar la tortura, danzar alrededor del cuerpo, prender velas, rezar, enterrar las partes luego del crimen, entre otras cosas.
Esta es sin duda una de las historias más aberrantes de Sudamérica.
Los demás integrantes se sorteaban para golpear a Ramoncito, apagarle cigarrillos, observar la tortura, danzar alrededor del cuerpo, prender velas, rezar, enterrar las partes luego del crimen, entre otras cosas.
Esta es sin duda una de las historias más aberrantes de Sudamérica.