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Daniel Noboa, presidente de Ecuador desde noviembre de 2023, ha afirmado que someterá al aval de la Asamblea Nacional un proyecto para reformar el artículo 5 de la Constitución de 2008. A través de sus redes sociales, el jefe del Ejecutivo ecuatoriano ha expuesto su voluntad de que el país ponga fin al impedimento de establecer bases militares extranjeras en suelo nacional.

Noboa ha justificado su propuesta en la crisis que Ecuador atraviesa en materia de lucha contra el crimen organizado, situación que ya había conducido al presidente a declarar el Conflicto Armado Interno en enero de 2024. Según el oficialismo ecuatoriano, la crisis securitaria, entendida como un “conflicto transnacional”, requiere de una “respuesta nacional e internacional”, en la cual la presencia de tropas estadounidenses se tornaría decisiva.
El ya mencionado artículo 5 de la Constitución de 2008 impedía este tipo de presencia extranjera en Ecuador, concretando que no se habría de permitir establecer “bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares”, además de prohibirse la cesión de bases militares a ejércitos o cuerpos securitarios de otros Estados. Según el relato que ha empleado Noboa en su anuncio, esta prohibición fue un “pacto” de los gobiernos de Rafael Correa con el “crimen transnacional”.
Según el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado, el país sudamericano –que había experimentado un “suelo” en su tasa de homicidios en los últimos años de la etapa presidencial de Correa (2007-2017)– atravesó un incremento exponencial en su tasa anual de homicidios por cada 100.000 habitantes desde 2019, coincidiendo con los gobiernos de Lenin Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023). De los 7,03 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2019 se escaló hasta los 47,25 en 2023.
Desde su asunción presidencial, Noboa ha puesto el foco de sus medidas en la lucha contra el crimen organizado, no solo en la práctica, sino también en el relato. El planteo sobre la reforma constitucional llega en un contexto electoral decisivo, a semanas de los comicios presidenciales de febrero de 2025 –con posible segunda vuelta en abril–. La cuestión securitaria es el principal elemento de la discusión pública en Ecuador y marcará enormemente la campaña por la reelección de Noboa.
El presidente ecuatoriano llegó a Carondelet en unas elecciones, las de 2023, particulares por su forma. En mayo de ese mismo año, el entonces presidente Guillermo Lasso invocó la “muerte cruzada”, una herramienta constitucional por la cual el poder Ejecutivo –el presidente– disuelve al poder Legislativo –la Asamblea Nacional– y, simultáneamente, impugna su propio mandato presidencial convocando elecciones anticipadas.
Mediante esta fórmula, los nuevos cargos electos –entre ellos, el presidente– asumen un mandato parcial: no se “reinicia” la legislatura, sino que los nuevos asambleístas y el nuevo dirigente juran culminar el mandato anterior. Como consecuencia, a pesar de que Noboa fue el vencedor de las presidenciales en 2023, su mandato se agotaba tan pronto como en enero de 2025. Es por ello que su acción presidencial ha tenido una importante vocación discursiva, pues dio comienzo a su mandato al borde de una nueva precampaña.
Próximamente, la Asamblea Nacional deberá votar la reforma constitucional del Ejecutivo. Allí, Noboa se halla en minoría, por lo que es probable que la enmienda no prospere, en mayor medida si se toma en consideración que, para ello, es necesario el apoyo de dos tercios de los legisladores. La proposición, no obstante, aspira a marcar el debate público nacional de cara a las presidenciales, a punto tal que Noboa ha advertido que los integrantes de la Asamblea Nacional deben ahora exponer “de qué lado de la historia están”.
El ya mencionado artículo 5 de la Constitución de 2008 impedía este tipo de presencia extranjera en Ecuador, concretando que no se habría de permitir establecer “bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares”, además de prohibirse la cesión de bases militares a ejércitos o cuerpos securitarios de otros Estados. Según el relato que ha empleado Noboa en su anuncio, esta prohibición fue un “pacto” de los gobiernos de Rafael Correa con el “crimen transnacional”.
Según el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado, el país sudamericano –que había experimentado un “suelo” en su tasa de homicidios en los últimos años de la etapa presidencial de Correa (2007-2017)– atravesó un incremento exponencial en su tasa anual de homicidios por cada 100.000 habitantes desde 2019, coincidiendo con los gobiernos de Lenin Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023). De los 7,03 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2019 se escaló hasta los 47,25 en 2023.
Desde su asunción presidencial, Noboa ha puesto el foco de sus medidas en la lucha contra el crimen organizado, no solo en la práctica, sino también en el relato. El planteo sobre la reforma constitucional llega en un contexto electoral decisivo, a semanas de los comicios presidenciales de febrero de 2025 –con posible segunda vuelta en abril–. La cuestión securitaria es el principal elemento de la discusión pública en Ecuador y marcará enormemente la campaña por la reelección de Noboa.
El presidente ecuatoriano llegó a Carondelet en unas elecciones, las de 2023, particulares por su forma. En mayo de ese mismo año, el entonces presidente Guillermo Lasso invocó la “muerte cruzada”, una herramienta constitucional por la cual el poder Ejecutivo –el presidente– disuelve al poder Legislativo –la Asamblea Nacional– y, simultáneamente, impugna su propio mandato presidencial convocando elecciones anticipadas.
Mediante esta fórmula, los nuevos cargos electos –entre ellos, el presidente– asumen un mandato parcial: no se “reinicia” la legislatura, sino que los nuevos asambleístas y el nuevo dirigente juran culminar el mandato anterior. Como consecuencia, a pesar de que Noboa fue el vencedor de las presidenciales en 2023, su mandato se agotaba tan pronto como en enero de 2025. Es por ello que su acción presidencial ha tenido una importante vocación discursiva, pues dio comienzo a su mandato al borde de una nueva precampaña.
Próximamente, la Asamblea Nacional deberá votar la reforma constitucional del Ejecutivo. Allí, Noboa se halla en minoría, por lo que es probable que la enmienda no prospere, en mayor medida si se toma en consideración que, para ello, es necesario el apoyo de dos tercios de los legisladores. La proposición, no obstante, aspira a marcar el debate público nacional de cara a las presidenciales, a punto tal que Noboa ha advertido que los integrantes de la Asamblea Nacional deben ahora exponer “de qué lado de la historia están”.
Fuente: descifrandolaguerra.es/daniel-noboa-busca-reformar-la-constitucion-para-permitir-bases-militares-extranjeras-en-ecuador/