De todas las criaturas, las mejores son las criaturas animadas, y de las criaturas animadas, las mejores son aquellas que viven de su ingenio, y de aquellas que viven de su ingenio, las mejores son los
brāhmanas. [...] Cuando nace un
brāhmana, nace superior a la Tierra entera, es señor de todas las criaturas y tiene que guardar el secreto del
dharma. Todo lo que existe en el mundo es propiedad privada del
brāhmana. Por la alta excelencia de su nacimiento, tiene derecho a todo. Esto es, es él quien goza, quien viste, quien da a otros, y es a través de su gracia que otros gozan.
Manu, 1.96-101