Hydra
Miembro Maestro


Christopher Nolan se ha consolidado como uno de los directores de cine más consistentes de su generación, tendiendo puentes entre el arte y el comercio en una época en la que ambos parecen alejarse el uno del otro. Independientemente de que sus películas cerebrales, que a menudo juegan con el tiempo, sean siempre de su agrado, no se puede negar que es capaz de crear historias ingeniosas y plasmar su visión en la gran pantalla de forma espectacular. Sus películas se han convertido en acontecimientos cinematográficos.
Cuando se echa un vistazo a su historial, que incluye cine negro experimental, superproducciones oscuras y espectáculos imaginativos -obteniendo el aplauso del público y de la crítica con casi todas sus películas, y siempre terminando sus producciones a tiempo y por debajo del presupuesto-, no es de extrañar que sea uno de los directores de estudio más fiables y solicitados de la actualidad.
Ahora que tenemos que esperar al menos otro año para su próximo estreno, vamos a sumergirnos mientras tanto en la parte del mundo cinematográfico en la que se desenvuelve.
¿Cuáles son las películas que más han influido o inspirado al propio Nolan?
¿Qué títulos te interesarán si te gusta cómo cuenta sus historias?
¿Y qué otras no habrían resultado sin su impacto?
Algunas de estas películas son bien conocidas, pero merece la pena volver a verlas desde un punto de vista nolanesco.
Echemos un vistazo, por orden cronológico, a algunas películas que aportan varios ingredientes a su visión y a otras que parecen buenas continuaciones de su obra.
Cuando se echa un vistazo a su historial, que incluye cine negro experimental, superproducciones oscuras y espectáculos imaginativos -obteniendo el aplauso del público y de la crítica con casi todas sus películas, y siempre terminando sus producciones a tiempo y por debajo del presupuesto-, no es de extrañar que sea uno de los directores de estudio más fiables y solicitados de la actualidad.
Ahora que tenemos que esperar al menos otro año para su próximo estreno, vamos a sumergirnos mientras tanto en la parte del mundo cinematográfico en la que se desenvuelve.
¿Cuáles son las películas que más han influido o inspirado al propio Nolan?
¿Qué títulos te interesarán si te gusta cómo cuenta sus historias?
¿Y qué otras no habrían resultado sin su impacto?
Algunas de estas películas son bien conocidas, pero merece la pena volver a verlas desde un punto de vista nolanesco.
Echemos un vistazo, por orden cronológico, a algunas películas que aportan varios ingredientes a su visión y a otras que parecen buenas continuaciones de su obra.
1. On Her Majesty’s Secret Service (1969) / 007 Al servicio secreto de su Majestad

Nolan nunca ha ocultado que le encanta la franquicia de James Bond. A primera vista, puede parecer un tanto extraño que la película en la que aparece el que se considera el actor más flojo para encarnar a 007 resulte ser su favorita.
Si se mira más de cerca, tiene sentido: George Lazenby carece de la confianza en sí mismo de su icónico predecesor, pero esto permite una historia general más significativa, una que es refrescantemente menos predecible que otras entregas. Bond es más vulnerable y la interpretación de Lazenby se adapta bien a la trama más seria y trágica. Cada plano de la película es memorable, sin estropear ni un segundo de entretenimiento.
Si se mira más de cerca, tiene sentido: George Lazenby carece de la confianza en sí mismo de su icónico predecesor, pero esto permite una historia general más significativa, una que es refrescantemente menos predecible que otras entregas. Bond es más vulnerable y la interpretación de Lazenby se adapta bien a la trama más seria y trágica. Cada plano de la película es memorable, sin estropear ni un segundo de entretenimiento.

Las secuencias de persecución son estimulantes, pero nunca socavan la historia de amor. Esta confluencia de sólidas escenas de acción y narración emocional hace de la película una de las favoritas de los fans y un objetivo al que Nolan aspira en su propia obra.
Aquí es donde confluyen sus dos talentos como cineasta, como guionista y como director. Las similitudes con Inception -incluso la definió como su propia versión de una película de Bond- son visibles: una trama emocionante con grandes escenas de acción en la nieve, pero también intrincadamente ligada a una historia de amor más oscura.
Además, Nolan no es ajeno a retratar el heroísmo oscuro con una visión épica. Así que si te interesa ver lo que podría aportar a Bond si alguna vez le pidieran que dirigiera al agente secreto, empieza por 007 al servicio de su Majestad.
2. Solaris (1971)

Stanley Kubrick dejó boquiabierto al público con 2001: Una odisea del espacio, reinventando el cine con una versión minimalista del arco argumental y revolucionando los efectos visuales y las dimensiones interiores de los viajes espaciales en pantalla.
Mientras tanto, en la Unión Soviética, Andrei Tarkovsky, siempre iconoclasta, quedó decepcionado y argumentó que la película era superficial y carecía de cualquier resonancia emocional sustancial. Y en el espíritu de la Guerra Fría, le inspiró para hacer su propia obra maestra de ciencia ficción, Solaris, basada en la novela de Stanisław Lem sobre el psicólogo Kris Kelvin, que viaja a una estación espacial en órbita para evaluar a la tripulación a bordo, que se enfrenta a diferentes problemas emocionales. Pero durante su llegada se ve envuelto en los mismos fenómenos misteriosos que los demás, y como él, el público empieza a cuestionarse la naturaleza de la realidad.
Mientras tanto, en la Unión Soviética, Andrei Tarkovsky, siempre iconoclasta, quedó decepcionado y argumentó que la película era superficial y carecía de cualquier resonancia emocional sustancial. Y en el espíritu de la Guerra Fría, le inspiró para hacer su propia obra maestra de ciencia ficción, Solaris, basada en la novela de Stanisław Lem sobre el psicólogo Kris Kelvin, que viaja a una estación espacial en órbita para evaluar a la tripulación a bordo, que se enfrenta a diferentes problemas emocionales. Pero durante su llegada se ve envuelto en los mismos fenómenos misteriosos que los demás, y como él, el público empieza a cuestionarse la naturaleza de la realidad.

Tarkovsky demuestra sus dotes visuales, incluyendo sus características escenas de levitación, pero lo más importante es que conecta los recuerdos, la naturaleza y la existencia. Mucho menos ampulosa y más íntima que la versión occidental del género, Solaris es más un drama psicológico que se manifiesta a través de una gran visión que resulta estar en el espacio exterior. La película es una delicada y conmovedora meditación sobre la humanidad y el amor a través de una historia sencilla, pero profunda.
Al igual que en Interstellar de Nolan, Solaris habla de un viudo y su sentimiento de culpa, utilizando el agua como motivo visual que representa un océano de confusión psicológica. Nolan pretendía combinar el espectáculo visual y la mecánica de los viajes espaciales con la intimidad de una historia de amor. Aunque "Interstellar" es una auténtica experiencia cinematográfica y ofrece una magnífica partitura, puede que se haya excedido. Es probable que ambas inspiraciones tengan más éxito a la hora de alcanzar estos objetivos por separado.
3. Don’t Look Now (1973)

El director Nicolas Roeg realizó varias películas en los años 70 y 80 que se convirtieron en clásicos de culto y muestran claramente su estilo distintivo: muy imaginativo, notoriamente difícil de etiquetar ya que trascienden las convenciones de género y muy influyente. Don't Look Now no es seguramente la única película de Roeg en la que se inspiró Nolan, pero sí una de las más memorables.
Una historia de amor poco convencional ambientada en una Venecia que nunca ha sido tan sombría, la historia se enmascara como un thriller psicológico sobre lo oculto, pero es mucho más que eso. Aunque tiene elementos de lo sobrenatural, en realidad trata del dolor de un matrimonio que ha perdido a su hija pequeña ahogada.
Una historia de amor poco convencional ambientada en una Venecia que nunca ha sido tan sombría, la historia se enmascara como un thriller psicológico sobre lo oculto, pero es mucho más que eso. Aunque tiene elementos de lo sobrenatural, en realidad trata del dolor de un matrimonio que ha perdido a su hija pequeña ahogada.

Tras mudarse a Italia después de aceptar un proyecto para restaurar una iglesia, John Baxter empieza a experimentar cosas inexplicables que presionan su relación con su esposa Laura. La inventiva de la estructura no lineal es particularmente poderosa en su uso de flashbacks y flashforwards. Este estilo de montaje permite al espectador presagiar acontecimientos clave de la historia con gran efecto; el agua sigue siendo un motivo importante a lo largo de la película.
Nolan ha afirmado que 'Memento' habría sido impensable sin las películas de Roeg. La atmósfera tensa, la imprevisibilidad de su trama y la confluencia de metáforas visuales con el desarrollo de personajes es única y ha sido imitada o al menos inspirada por innumerables directores, desde Lars von Trier a Danny Boyle y desde Lynne Ramsay a Martin McDonagh.
4. Taxi Driver (1976)

Otra película que ha influido directamente en el laberinto psicológico de Nolan que es Memento es la película más influyente de Scorsese de los años 70: su obra maestra Taxi Driver. Se trata también de un inquietante thriller sobre un hombre perturbado y solitario en una jungla urbana y mugrienta. Nadie lo ha dicho mejor que Quentin Tarantino cuando declaró su amor por la película, destacando la principal similitud entre ambas películas.
Spoilers por delante, así que no leas si aún quieres apreciar 'Taxi Driver' o 'Memento' por primera vez. Escrita por Paul Schrader, es uno de los mejores ejemplos de película contada por un narrador poco fiable de la historia del cine: un singular estudio de personaje en primera persona de un hombre profundamente perturbado que pasa la mayor parte de su tiempo en las zonas sucias de Nueva York, mientras es perseguido por su pasado.
Robert De Niro se transforma completamente en Travis Bickle, tanto que atrapa al espectador por completo en su perspectiva. Harvey Keitel está perfecto como Sport, el proxeneta de una prostituta menor de edad interpretada magníficamente por Jodie Foster.
Spoilers por delante, así que no leas si aún quieres apreciar 'Taxi Driver' o 'Memento' por primera vez. Escrita por Paul Schrader, es uno de los mejores ejemplos de película contada por un narrador poco fiable de la historia del cine: un singular estudio de personaje en primera persona de un hombre profundamente perturbado que pasa la mayor parte de su tiempo en las zonas sucias de Nueva York, mientras es perseguido por su pasado.
Robert De Niro se transforma completamente en Travis Bickle, tanto que atrapa al espectador por completo en su perspectiva. Harvey Keitel está perfecto como Sport, el proxeneta de una prostituta menor de edad interpretada magníficamente por Jodie Foster.

La escena crucial de la película es cuando Travis intenta reconciliarse con Betsy, la chica a la que ha estado persiguiendo, sólo para ser rechazado. Mientras sigue hablando con ella por teléfono, la cámara se aleja dejándole fuera del encuadre y, en su lugar, enfoca el pasillo vacío, lo que significa la sensación insoportable de lo que acaba de ocurrir.
Memento trata el tema del aislamiento con una historia mucho más intrincada y fracturada. Está estructurada para hacerte sentir cómo es tener amnesia y lo consigue como ninguna otra película.
Taxi Driver está menos interesada en la tensión entre la realidad subjetiva y la objetiva, y más en los reinos interiores de este hombre solitario y sufriente que cuenta toda la historia desde su punto de vista. La cinematografía es totalmente coherente con la forma en que el espectador experimenta a este personaje. Ninguna película lo ha conseguido como Taxi Driver.
5. The Tenant (1976)

Otro inquietante neo-noir psicológico que recuerda al mundo de Nolan, especialmente a su obra más temprana y descarnada, es la tercera parte de la Trilogía de los apartamentos de Polanski. Tras Repulsión y El bebé de Rosemary, posiblemente las mejores películas de terror de los años 60, Polanski concluyó su visión del inquietante y claustrofóbico mundo de los interiores con El inquilino.
La historia contiene elementos misteriosos y ambiguos, y establece comparaciones con No mires para saber y El resplandor. Polanski se dirige a sí mismo como un tranquilo hombre polaco que alquila un apartamento en París, pero que rápidamente sucumbe a una espiral descendente de paranoia. Mientras se obsesiona con el anterior inquilino, que intentó suicidarse saltando desde el apartamento, sospecha que su estricto casero y sus vecinos le harán sufrir un destino similar.

Polanski utiliza elementos kafkianos pintando un ambiente absurdo, lleno de ansiedad y confusión, que conduce a la culpa y la paranoia. La trama es a veces tan absurda, que proporciona una alta dosis de humor desolador. Como en sus películas anteriores, la línea entre realidad y locura se difumina, y un proceso cíclico de pesadilla ajena se convierte en una nueva realidad.
La película también habla de la pérdida de identidad, ya que el protagonista está aislado y quizá reprimido sexualmente, lo que representa un poderoso vacío. Aterradora y subjetiva, cuestiona el comportamiento de los personajes. Tanto Insomnia como Memento tratan temas similares y, al igual que El inquilino, permiten múltiples visionados para explorar sus múltiples capas temáticas.
6. Abre los ojos (1997)

Continuando con un mundo único y retorcido en el que realidad y ficción bailan irremediablemente juntas, echemos un vistazo al segundo largometraje de Alejandro Amenábar, Abre Los Ojos. Cuenta la historia del joven y atractivo César, que queda desfigurado después de que una ex novia celosa intente matarlos a ambos estrellando su coche. Hablando desde una celda de la cárcel con su psiquiatra, la historia hace que los sueños y la realidad se fundan entre sí a la perfección.
El resultado es una película psicológicamente perturbadora, no muy diferente de otras grandes exportaciones españolas como Hable con ella y La piel que habito, y que entrelaza con brillantez elementos de ciencia-ficción, romance y misterio. Conmoverá a los espectadores amantes de las realidades alternativas y las invenciones de los sueños como en Inception.
El resultado es una película psicológicamente perturbadora, no muy diferente de otras grandes exportaciones españolas como Hable con ella y La piel que habito, y que entrelaza con brillantez elementos de ciencia-ficción, romance y misterio. Conmoverá a los espectadores amantes de las realidades alternativas y las invenciones de los sueños como en Inception.

Abre los ojos explora elementos similares a los de la novela Ubik de Philip K. Dick. Dick escribió otras obras notables, como Blade Runner, que también ha influido mucho no sólo en Nolan, sino en prácticamente todos los creadores de ciencia ficción desde entonces. Otros espectadores que se sientan más atraídos por las historias de amor originales apreciarán la apasionante exploración del romance y de lo que realmente significa estar vivo desde dentro.
7. The Thin Red Line (1998)

La delgada línea roja supuso el regreso del director Terrence Malick tras un paréntesis de 20 años. En este épico drama bélico aborda el conflicto de Guadalcanal, rodado con impresionantes lentes Panavision y con la mayoría de los mejores actores de Hollywood de la época (y algunos otros que no pasaron el corte final). Los cameos de varios de ellos pueden distraer a algunos espectadores del argumento, pero nadie quedará indiferente ante esta elegante y profunda mirada a la psicología de la guerra.
Malick corta de forma sencilla y sin esfuerzo hacia ciertos recuerdos a lo largo de la película, lo que influye en el retrato de estados mentales como en Memento. Desde el punto de vista del género, otro punto de referencia obvio, aunque menos directamente relacionado, es la película más reciente de Nolan, Dunkerque, que también trata sobre la Segunda Guerra Mundial. Esta película es menos poética y más realista que La delgada línea roja, ya que se centra en el aspecto físico de la guerra: experimentar la tensión o la guerra a través de tres perspectivas diferentes.
Malick corta de forma sencilla y sin esfuerzo hacia ciertos recuerdos a lo largo de la película, lo que influye en el retrato de estados mentales como en Memento. Desde el punto de vista del género, otro punto de referencia obvio, aunque menos directamente relacionado, es la película más reciente de Nolan, Dunkerque, que también trata sobre la Segunda Guerra Mundial. Esta película es menos poética y más realista que La delgada línea roja, ya que se centra en el aspecto físico de la guerra: experimentar la tensión o la guerra a través de tres perspectivas diferentes.

Dunkerque tiene la acción visceral de otras películas bélicas como Salvar al soldado Ryan, pero también examina la guerra más profundamente a través de diferentes puntos de vista delimitados por los límites del tiempo. Malick va más allá en la exploración de dilemas filosóficos, centrándose en lo que mueve a las personas y lo que hace surgir la destructiva, pero inevitable tendencia a la guerra en la naturaleza humana.
Quizá no sea una coincidencia que Hans Zimmer, que puso música a la película antes de que empezara la producción (para crear la atmósfera adecuada en el plató), se convirtiera más tarde en un estrecho colaborador de Nolan. Para esta película, Un viaje a la línea ofrece una pieza musical asombrosa y sobrecogedora que proporciona el ambiente perfecto para La delgada línea roja, un concepto que tiene más de un significado.
8. Primer (2004)

Sólo tienes 7.000 dólares y quieres hacer una película sobre el descubrimiento de los viajes en el tiempo, ¿qué haces? La respuesta es Primer, un maravilloso experimento escrito, producido, dirigido, musicalizado y editado por Shane Carruth. Ganó con toda justicia el Gran Premio del Jurado en Sundance y ha inspirado a otros muchos jóvenes directores a soñar a lo grande y a utilizar los limitados recursos de que disponen de la mejor manera posible para hacer realidad su visión.

Cuenta la caprichosa historia de cuatro emprendedores en apuros que construyen dispositivos electromagnéticos en su garaje. Mediante ensayo y error descubren un efecto secundario de bucle temporal, que puede ser lo más grande jamás inventado. La desconfianza de los protagonistas entre sí genera más tensión.
El espectador tendrá que ver cómo se desarrolla finalmente la trama, pero es increíblemente inteligente e inspirador ver cómo se fabrica un mundo de infinitas posibilidades sólo con la ambición de su creador dentro del enorme conjunto de límites en juego.
Esto nos recuerda al debut de Nolan con Following, un thriller ágil que también se produjo con un presupuesto reducido y que hacía un uso eficaz de una estructura argumental no lineal. Dos décadas más tarde, la primera obra de ciencia ficción real de Nolan sobre viajes en el tiempo costó 165 millones más.
Lo que ayuda a Primer en virtud de su presupuesto limitado es que, en lugar de ver a actores conocidos en los papeles de estos jóvenes inventores, se tiene la sensación del tipo de personas a las que accidentalmente se les ocurriría la tecnología del viaje en el tiempo en la vida real. Incluso después de muchos visionados, esta maravillosa y confusa película nunca deja de sorprender.
9. Tropa de Elite (2007)

Pasando a películas más orientadas a la adrenalina, veamos el programa doble brasileño Tropa de Elite, también conocido como Tropa de Élite (partes 1 y 2). Esta historia criminal desgarradora, violenta y totalmente convincente es un estudio del funcionamiento interno del batallón policial más temido de Río de Janeiro, el BOPE.
José Padilha dirige, produce y escribe una devastadora historia real de violencia y moralidad a través tanto del crimen como de las instituciones políticas construidas a su alrededor. El resultado es una brutal pieza de acción que se convirtió en un fenómeno cultural, cimentando el camino para una secuela llamada El enemigo interior.
José Padilha dirige, produce y escribe una devastadora historia real de violencia y moralidad a través tanto del crimen como de las instituciones políticas construidas a su alrededor. El resultado es una brutal pieza de acción que se convirtió en un fenómeno cultural, cimentando el camino para una secuela llamada El enemigo interior.

Esta película se convirtió en el filme local más taquillero de la historia de Brasil. Uniendo el éxito comercial con una historia atractiva y cinética sobre los sombríos bajos fondos, las dos partes recuerdan a lo que Nolan hizo con la franquicia de Batman. Aquello fue una reinvención de un superhéroe icónico del cómic, y Tropa de Élite también habla de los superpoderes de personas que se supone que ayudan a la gente luchando contra el crimen, exponiendo el miedo, el coste humano y la corrupción que entraña este mundo.
Wagner Moura está estupendo como Nascimento, un capitán que libra su propia guerra. La acción se desplaza más hacia las pruebas y tribulaciones a nivel político en la secuela. La continuación funciona como un excelente comentario sobre el inquietante panorama político que explota a la población pobre y sólo beneficia a los que están en el poder. Una historia que sigue siendo muy relevante en el mundo actual, especialmente en Brasil.
10. Logan (2017)

Sin la interpretación de Christopher Nolan de la franquicia de Batman, las películas de superhéroes de hoy en día no se habrían atrevido a adentrarse tanto en la dirección de una narrativa más oscura y profunda que no rehúye de protagonistas moralmente ambiguos y antihéroes ricos y multidimensionales.
La trilogía del Caballero Oscuro es una de las películas más influyentes de las dos últimas décadas, pionera no sólo en la representación de superhéroes y supervillanos, sino también en el cine de acción en general. Ofrece un profundo retrato de la sociedad actual.
Desde el tema del miedo en Batman Begins hasta el caos en The Dark Knight y el dolor en The Dark Knight Rises. El director James Mangold debió de inspirarse en todo ello, directa o indirectamente, para dirigir la franquicia X-Men en su décima y última entrega: Logan.
La trilogía del Caballero Oscuro es una de las películas más influyentes de las dos últimas décadas, pionera no sólo en la representación de superhéroes y supervillanos, sino también en el cine de acción en general. Ofrece un profundo retrato de la sociedad actual.
Desde el tema del miedo en Batman Begins hasta el caos en The Dark Knight y el dolor en The Dark Knight Rises. El director James Mangold debió de inspirarse en todo ello, directa o indirectamente, para dirigir la franquicia X-Men en su décima y última entrega: Logan.

Gracias al éxito comercial de sus homólogas cómicas, le permitió reinventar de nuevo a un superhéroe, ahora con plenas posibilidades de clasificación R. Hugh Jackman concluye con dignidad su última vuelta como Lobezno: cada vez más viejo y cansado justo cuando un joven mutante acude a él en busca de ayuda. Su interpretación es profundamente conmovedora: realiza todas las escenas de acción necesarias de forma creíble, pero además su viaje como héroe es valiente, lleno de matices y emocionalmente devastador.
Utilizando un guión que desafía las convenciones de los superhéroes, la película se convierte en una conmovedora revisión de la mitología del Oeste, incluyendo elementos del western y del cine negro. A la manera de Nolanes, la película también demuestra que una narración brillante puede encontrar un público enorme.