abelguzmanro
Miembro Nuevo
El problema con Madredeus es que envejecieron y ya no pudieron captar la misma atención de antes cuando estaban con la diva Teresa Salgueiro. Beatriz Nunes intentó ser la nueva voz, pero el público, acostumbrado a lo de siempre, la aceptaron por agua tibia. Es innegable que también tiene una hermosa voz, pero no la presencia y el rango tonal como la que poseía Teresa, y sobre todo dominio de escenario. Una pena que se quebrara Madredeus. Aparecieron allá por los 80s, como un grupo de fados, pero tenían una característica especial, carecer de una guitarra portuguesa. Y lo que luego los diferenció de otras agrupaciones de fados fue justamente Teresa. A inicios de los 90s el new age estaba en su punto máximo, y el fado de Madredeus, pese a tener temas tal cual como auténticos fados, otros pasaron por el tamiz del estilo Enya, algo de electrónica como paisaje musical de fondo y la voz etérea de Teresa, es decir, "enyaizaron" composiciones propias que sonaban a fado, evidentemente, pero también a algo muy parecido a Enya y el new age de ese entonces.
A lo largo de la década de los 90s se hizo de un publico cautivo, recorrer países haciendo giras a teatro lleno. Y ni hablar del cameo que hacen en una película de Win Wenders sobre las peripecias que pasa un productor/grabador de sonidos ante las indicaciones de un personaje nunca presente en toda la película, su amigo el director. Pero conoce a los Madredeus y se queda prendado de la belleza de Teresa, que estaba en su mejor momento. Hacia los 2000 y 2010 es que ocurre la escisión de la separación, seguramente como en toda banda o agrupación, peleas internas entre músicos y la vocalista. Y va y que se separa Teresa de Madredeus. Intenta una carrera solista, que lo logra, pero también a qué costo y sacrificio para desvincularse por completo de los Madredeus. En la actualidad va por su tercer o cuarto disco y haciendo giras discretas, pero se mantiene en actividad. Madredeus intentó recuperar la batuta con el reemplazo de Teresa, una joven que admiraba bastante a la vocalista de Madredeus y que sintió como un gran honor integrar aquella agrupación que ya iba por el cuarto de siglo funcionando.
Críticos por partes iguales habrá en todos lados. Habemos los que alabamos la voz de Beatriz y los temas que lograron grabar con ella, y los recalcitrantes que no aceptaron la nueva etapa de Madredeus sin Teresa. Imperdible aquel concierto grabado toda una tarde en una azotea donde se aprecia entre clips, paisajes de la hermosa Portugal. Todos sus integrantes ya son mayores, oscilando entre los 60s y 70s años, mientras Beatriz se mantenía en sus 20s. El desgaste de las giras, peleas internas, las críticas demoledoras, entre otros, es lo que genera el fin y descanso de una de las bandas que logró llevar lejos el fado portugués, sacarlo de su circuito habitual de consumo y exportarlo hacia todo el mundo. Madredeus queda en el recuerdo, quizás en futuros relanzamientos de discos remasterizados, la subida de todo ese material a plataformas como Spotify y similares. Beatriz Nunes, por su parte, tras la experiencia Madredeus, intenta también una carrera solista, apegada más al jazz y a la experimentación. Es cantante de formación, dicta clases de canto y esperemos siga sacando nuevos discos, más arraigados a su propio estilo.
A lo largo de la década de los 90s se hizo de un publico cautivo, recorrer países haciendo giras a teatro lleno. Y ni hablar del cameo que hacen en una película de Win Wenders sobre las peripecias que pasa un productor/grabador de sonidos ante las indicaciones de un personaje nunca presente en toda la película, su amigo el director. Pero conoce a los Madredeus y se queda prendado de la belleza de Teresa, que estaba en su mejor momento. Hacia los 2000 y 2010 es que ocurre la escisión de la separación, seguramente como en toda banda o agrupación, peleas internas entre músicos y la vocalista. Y va y que se separa Teresa de Madredeus. Intenta una carrera solista, que lo logra, pero también a qué costo y sacrificio para desvincularse por completo de los Madredeus. En la actualidad va por su tercer o cuarto disco y haciendo giras discretas, pero se mantiene en actividad. Madredeus intentó recuperar la batuta con el reemplazo de Teresa, una joven que admiraba bastante a la vocalista de Madredeus y que sintió como un gran honor integrar aquella agrupación que ya iba por el cuarto de siglo funcionando.
Críticos por partes iguales habrá en todos lados. Habemos los que alabamos la voz de Beatriz y los temas que lograron grabar con ella, y los recalcitrantes que no aceptaron la nueva etapa de Madredeus sin Teresa. Imperdible aquel concierto grabado toda una tarde en una azotea donde se aprecia entre clips, paisajes de la hermosa Portugal. Todos sus integrantes ya son mayores, oscilando entre los 60s y 70s años, mientras Beatriz se mantenía en sus 20s. El desgaste de las giras, peleas internas, las críticas demoledoras, entre otros, es lo que genera el fin y descanso de una de las bandas que logró llevar lejos el fado portugués, sacarlo de su circuito habitual de consumo y exportarlo hacia todo el mundo. Madredeus queda en el recuerdo, quizás en futuros relanzamientos de discos remasterizados, la subida de todo ese material a plataformas como Spotify y similares. Beatriz Nunes, por su parte, tras la experiencia Madredeus, intenta también una carrera solista, apegada más al jazz y a la experimentación. Es cantante de formación, dicta clases de canto y esperemos siga sacando nuevos discos, más arraigados a su propio estilo.