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Miembro de Bronce
Muchas teorías conspirativas, como la negación del Holocausto, el alunizaje o el 11 de septiembre, no surgen solo por ignorancia, sino como expresiones simbólicas de rechazo hacia figuras de poder como Estados Unidos y sus aliados, especialmente Israel. Estas ideas suelen estar motivadas por desconfianza, resentimiento o ideologías antiamericanas y antisemitas, y se convierten en una forma de desacreditar narrativas oficiales y cuestionar la legitimidad de quienes dominan el discurso global. En ese sentido, el negacionismo funciona más como una forma de protesta o rebelión política que como una verdadera búsqueda de la verdad.
- Negación del Holocausto – Niega el genocidio nazi contra los judíos; suele estar motivada por antisemitismo y rechazo a EEUU dada su estrecha relación.
- Negación de las misiones Apolo – Alega que EE.UU. falsificó la llegada a la Luna como propaganda en la Guerra Fría.
- Negación del 11 de septiembre (9/11) – Sostiene que fue un autoatentado o un montaje para justificar invasiones en Medio Oriente.
- QAnon – Una teoría que mezcla culto, conspiración y odio a las élites estadounidenses, especialmente demócratas.
- Chemtrails – Sostiene que el gobierno de EE.UU. esparce sustancias tóxicas desde aviones para controlar a la población.
- Proyecto HAARP – Se dice que EE.UU. usa esta instalación para manipular el clima o provocar desastres naturales.
- Negación de la masacre de Bucha o crímenes de guerra rusos – Algunos grupos anti-OTAN niegan crímenes probados para desacreditar a EE.UU. y sus aliados.
- Negación del cambio climático – A veces sostenida como una reacción a las élites globales (en las que EE.UU. es protagonista).
- COVID-19 como arma biológica creada por EE.UU. – Afirmación impulsada por rivales geopolíticos para dañar su imagen.
- La Tierra plana – Aunque más absurda, algunos la usan como símbolo de escepticismo radical frente a toda institución científica occidental.