Judíos de Mierda✡️🕎🧔🏻 
El ritual de la Vaquilla Roja como herramienta para amenazar la paz mundial

Hydra

Miembro Maestro
"El significado de la vaca bermeja consiste básicamente en un exclusivo proceso de purificación y es un requisito para reconstruir el templo sagrado", afirma el rabino Haim Richman, director internacional de una institución que trabaja en los preparativos de la redención.

Según las escrituras antiguas de los judíos, la llamada en hebreo "Pará Adumá" (literalmente, "vaca roja") era elemento indispensable para erradicar de los israelitas la impureza de la muerte en su concepto más metafísico por lo que, sin este exclusivo animal, nunca les será posible alcanzar la vida eterna.

En ese sentido, la aspiración de los movimientos mesiánicos se ha topado siempre con el hallazgo de este particular cuadrúpedo, un obstáculo que el Instituto del Templo busca sortear con un proyecto de crianza sin precedentes en el que no escatima esfuerzos ni recursos.

"Debe ser una vaca de pelaje rojizo-marrón, sobre la que no se haya colocado yugo, que no haya trabajado y que no sufra ningún defecto físico (externo o interno) que la inhabilite para la ofrenda", explica el rabino en una entrevista con Efe en su despacho de Jerusalén.

El hallazgo en 2014 en EE.UU. de un ejemplar Red Angus de perfecto pelambre rojizo despertó las esperanzas de este y otros grupos mesiánicos, aunque en distintas partes del mundo hay especies que en principio responden a las exigencias bíblicas, entre ellas que no tenga siquiera dos pelos de otro color.

Rodeado de libros y con la bandera de Israel a sus espaldas, Richman recuerda, no obstante, que no toda vaca roja cumple los requisitos mencionados y que, aún así, no podrían traer el animal por impedimentos legales a la importación.

Por ello se han abocado a un proyecto de crianza para el que ya ha recogido más de 30.000 dólares en donaciones y que consistirá en implantar embriones de esta especie americana en vacas locales, hasta obtener de ellas una ternera perfecta que, a los dos años, pueda servir para purificar al pueblo de Israel con sus cenizas.

Se trata de un meticuloso ritual descrito en la Biblia y que realizaban los sacerdotes antes de acceder al templo, destruido en el año 70 por los romanos y que se encontraba sobre el "Monte Moriá".

Se trata del lugar hoy conocido como Explanada de las Mezquitas, que alberga la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islám.

El templo debería recrearse pues, según estos grupos, sobre uno de los lugares más explosivos de Oriente Medio, un territorio que Israel ocupa desde 1967 y que los palestinos exigen para su futuro estado por considerarlo, al igual que los judíos, el epicentro de su identidad nacional.

En 1980 Israel se anexionó la parte de oriental de Jerusalén, donde se encuentra la explanada, en una decisión que no reconoce la comunidad internacional.


Pero ni las tensiones ni las reivindicaciones palestinas frenan la actividad del Instituto del Templo, donde se confían a dios para ver concretado el sueño del mesías.


"Tener un vaca bermeja completamente kosher (apta) significa sencillamente que el pueblo de Israel estará mucho más cerca de la construcción del tercer templo", apunta el religioso sin entrar en espinosos asuntos políticos.

Según el filósofo sefardí Maimónides, a lo largo de la antigua historia judía sólo se ofrendaron nueve ejemplares y la décima será sacrificada en tiempos del "mesías rey".

Richman, autor de una docena de libros sobre los rituales del tercer templo, explica que a diferencia de la ultraortodoxia más tradicional -que deja en las exclusivas manos de dios la llegada del mesías-, su Instituto cree en una política más activa porque las ordenanzas en la Biblia eran para los seres humanos.

"Dios no nos daba órdenes para cumplirlas él, lo hacía para que nosotros las cumpliéramos, algunas tienen lógica (humana) otras no", explica sobre unas iniciativas que el resto de la ultraortodoxia llega a ver con recelo.

Al hilo de esta política, sostiene que la espera de 2000 años para hallar una vaca rojiza puede ser resuelta con la ayuda de la ciencia, de la misma forma que en el pasado han buscado y recuperado especies animales y vegetales para dar vida a los colores y fibras del ropaje de los sacerdotes.

El objetivo ahora de este grupo es definir los protocolos para la estricta crianza de estas terneras de acuerdo a la ley religiosa judía (Halajá) y dar con los ganaderos que puedan ayudar en el nacimiento de la anhelada "vaca bermeja".​

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Hay indicios de que en febrero, varios rabinos fueron seleccionados y que ya habían recibido una formación exhaustiva sobre cómo llevar a cabo el sacrificio ritual de la Vaquilla Roja. Como explica Hadi bin Hurr en este artículo, según las estrictas normas de la Torá, el ritual del sacrificio de la Vaquilla Roja es completamente nulo si se lleva a cabo fuera del ahora inexistente templo de los sacrificios.

Lo que está causando gran confusión son las supuestas tradiciones orales, no escritas, que los rabinos sionistas de ultraderecha interpretan para satisfacer las necesidades del gobierno de Netanyahu. Si el ritual del sacrificio tiene lugar y si da lugar a un asalto sionista a Al-Aqsa con el fin de conquistar y demoler la mezquita sagrada musulmana, independientemente de que ocurra el día de Eid al-Fitr de este año, el año que viene o cualquier otro día, sin duda provocará un estallido incontrolado de ira en toda la comunidad musulmana mundial.

Por Hadi bin Hurr

Antes de que el proyecto sionista pasara a manos de quienes disponían de medios financieros prácticamente ilimitados para llevarlo realmente a la práctica —y estamos hablando de destacados miembros de la más notoria de todas las familias sionistas en la actualidad, los Rothschild— el intelectual austrohúngaro Theodor Herzl, abogado, escritor y periodista, fue quien sentó las bases del movimiento sionista moderno, razón por la cual hoy se le considera su progenitor y el padre espiritual de “Israel”.

“Por eso no debería sorprender a nadie que los sionistas de hoy se parezcan tanto a los nazis: ambos nacieron del mismo pensamiento político chovinista de Europa Occidental. Y del mismo modo que para los nazis era bastante normal reclamar su Lebensraum en el Este, en tierra rusa, como supuesta raza aria superior, los primeros sionistas creían que tenían pleno “derecho” histórico y moral a reclamar su espacio vital en una tierra que había estado habitada por árabes durante más de doce siglos -y no sólo musulmanes, sino también cristianos, que al comienzo del mandato británico en Palestina en 1917 constituían alrededor del 10% de toda la población.”

Por lo tanto, es vergonzoso que hoy los sionistas afirmen que Palestina como Estado y los palestinos como pueblo nunca existieron. El pueblo que los sionistas han estado exterminando en Palestina durante más de cien años son los árabes, el mismo pueblo cuyas numerosas dinastías han gobernado esa tierra desde el año 636 de la era cristiana. La propia Jerusalén estuvo bajo dominio musulmán durante el período más largo de su historia, 1.283 años, y sólo el Imperio Británico puso fin a ese período por la fuerza con su ocupación. Los judíos controlaron Jerusalén durante menos tiempo, 1.197 años. Sin embargo, al considerar los derechos históricos de musulmanes y judíos a gobernar Palestina, es ciertamente importante que los judíos perdieron su estado y autoridad sobre esas zonas hace más de dos mil años y los musulmanes hace sólo cien años. Por eso el plan de “restaurar” artificial y violentamente el estado judío que fue destruido por los romanos era una locura desde el principio y simplemente tenía que conducir al gran mal y a la tragedia que todos estamos presenciando hoy. Imagínense qué tipo de caos surgiría si, inspiradas por nada más que mitos y leyendas, otras naciones modernas quisieran “regresar” a sus tierras ancestrales para “restaurar” sus antiguos estados, aunque hoy vivan allí personas completamente diferentes.

Es fácil concluir entonces que los judíos no tenían absolutamente ningún derecho histórico, moral y sobre todo legal a establecer su estado nacional -basado en la falsa democracia, el fascismo, el racismo, el apartheid y el genocidio- en la tierra que perteneció a los árabes durante siglos, y sin embargo la entidad sionista “Israel” está hoy, donde no le corresponde en absoluto, armada hasta los dientes con las armas más modernas, incluidas las nucleares, químicas y biológicas, gracias a las simpatías de que goza por parte de EEUU, Gran Bretaña y otros países del Occidente colectivo. Por lo tanto, “Israel” no es más que el último bastión del imperialismo occidental en Oriente Medio. Sin embargo, si defiendes públicamente a los palestinos y su derecho a un Estado dentro de las fronteras que les prometió la ONU en 1947, los sionistas se abalanzarán sobre ti con todas sus fuerzas, llamándote “antisemita” y “nazi”, obligándote a avergonzarte y a echarte atrás, o se referirán al Holocausto y se adornarán con una estrella de David amarilla como hizo el embajador “israelí” ante la ONU, Gilad Erdan, durante su discurso ante los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU el pasado mes de octubre. Sin embargo, se trata de un tipo de propaganda condenada de antemano porque todos los que lloraron viendo “La lista de Schindler” lloran hoy viendo las horribles escenas de niños palestinos masacrados, y se trata de un horror que no es una versión proyectada y dirigida de la historia sino un testimonio auténtico y conmovedor de los tiempos en que vivimos.

La construcción del Tercer Templo

En primer lugar, era una gran oportunidad para que los británicos y todos los demás racistas europeos se deshicieran por fin de los judíos enviándolos a todos a Palestina. A saber, Europa nunca había sido capaz de asimilar o aceptar a los judíos.

En segundo lugar, el “regreso” de los judíos a Palestina conduciría, de acuerdo con la escatología de varias iglesias protestantes británicas, a la construcción del Tercer Templo en el lugar donde estuvieron los dos anteriores, el de Salomón y el de Herodes, lo cual, siguiendo las creencias de los protestantes sionistas británicos, es un acontecimiento que anuncia la segunda venida de Jesús y el Día del Juicio Final.

En tercer lugar, para los ingleses fue una oportunidad de vengarse por fin de los musulmanes por la pérdida de Jerusalén después de casi ocho siglos. Basta recordar los versos de William Blake, que forman parte del hermoso himno eclesiástico “Jerusalén”, para el que Sir Hubert Parry compuso la música en 1916, y comprenderemos lo profundamente grabado que está en la conciencia nacional y religiosa inglesa el significado de Jerusalén como lugar donde se encuentran el cielo y la tierra, es decir, los mundos espiritual y material. Los ingleses nunca superaron la derrota de sus cruzados y de otros cruzados europeos a manos de Saladino, que devolvió Jerusalén a manos musulmanas, y la incapacidad de uno de los reyes ingleses más idealizados, Ricardo Corazón de León, para devolverla a los cristianos occidentales.

Si todo eso es hasta cierto punto comprensible, resulta mucho más difícil entender la intensa devoción a un proyecto cuyo objetivo último es el Día del Juicio Final, es decir, el fin de la humanidad, y que los sionistas protestantes anglosajones creen que seguirá a la construcción del Tercer Templo judío y a la Segunda Venida de Jesús. ¿Por qué los fanáticos religiosos británicos se han dado a sí mismos el derecho de hacer un trabajo que pertenece exclusivamente a Dios? ¿Con qué derecho pensaron alguna vez que Dios necesitaba su ayuda para determinar el día del Juicio Final?

En la sura coránica Al-Anfal (8:30), Dios hace una advertencia dirigida no sólo a los musulmanes, sino a toda la humanidad: “Ellos planearon, pero Alá también planificó. Y Alá es el mejor de los planificadores”.

Falso mesias

Por lo tanto, los sionistas no construyen el Tercer Templo porque esperen sinceramente al Mesías, que Dios enviará.

No, los criminales sionistas creen únicamente en su aparentemente infinito poder financiero, con el que planean llevar a cabo todos sus demás proyectos megalómanos, completamente desprovistos de respeto tanto por el Creador como por la vida humana.

Por eso los sionistas, sin esperar a Dios, que es el mejor planificador, quieren elegir entre ellos a un falso mesías, que no será otro que la persona a la que los musulmanes llaman el Dajjal y los cristianos el Anticristo.

Es muy importante señalar aquí que la escatología cristiana ortodoxa es diferente de la protestante anglosajona. Así, Juan de Damasco, en su obra “La presentación exacta de la fe ortodoxa”, habla del Anticristo, un falso mesías y farsante que se hará llamar dios, construirá el Tercer Templo y restaurará en él el servicio de sacrificios.

Según la interpretación de los teólogos ortodoxos, el reinado del Anticristo es el acontecimiento que precede a la Segunda Venida de Jesús. Los musulmanes creen que después de que el Mahdi y sus seguidores musulmanes libren una guerra contra el Dajjal y sus ejércitos demoníacos, justo antes del Día del Juicio Final, Jesús descenderá del cielo en el este de Damasco y ayudará a los musulmanes y al Mahdi, con quien rezará junto a él. Jesús finalmente derrotará y matará al Anticristo en Lod, una ciudad situada a 15 kilómetros al sureste de Tel Aviv. Es muy importante señalar que las escatologías musulmana y cristiana ortodoxa, a diferencia de las judía y protestante, no piden en modo alguno a sus creyentes que planifiquen en lugar de Aquel que es el mejor de todos los planificadores. Al contrario, ambas escatologías advierten de la inminente llegada de un falso mesías que se sentará en su trono demoníaco precisamente en los territorios que actualmente están​
bajo el control de la entidad sionista.

Una de las pruebas de que los sionistas se han alejado de Dios es que la entidad “Israel” se ha definido a sí misma como un “Estado laico”, que es de iure una democracia parlamentaria y de facto un pseudo-Estado fascista, Judío deforme y genocida. El laicismo del “Estado de Israel” es más que paradójico si se tiene en cuenta que los sionistas británicos, tanto judíos como cristianos, recibieron el apoyo del entonces poderoso Imperio Británico para embarcarse en su monstruosa empresa precisamente porque sus supuestas razones para la “restauración de Israel” eran de naturaleza religiosa.

Fuente: Hadi bin Hurr: The Hellishly Red Heifer.
 
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pero el mahdi mandara a la guillotina a quienes no se conviertan al islam incluyendo cristianos
 
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