Hydra
Miembro Maestro
La última serie de actos terroristas de colonos contra comunidades palestinas, unida a los avances mostrados por las fuerzas de resistencia de Cisjordania, está conduciendo a una dramática escalada dentro del territorio ocupado. Mientras el panorama político palestino sigue dividido, sin señales de elecciones nacionales a la vista, crece el deseo de un liderazgo unificado y la Autoridad Palestina (AP) se enfrenta ahora a una serie de decisiones cruciales.
Yasir Arafat, fue un líder nacionalista palestino y presidente de la Organización para la Liberación de Palestina
Estas fueron las palabras del antiguo líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat, durante su discurso ante las Naciones Unidas en 1974.
Mahmud Abbas, presidente del Estado de Palestina, actualmente en el cargo Desde el 2 de junio de 2014
En cambio, el último discurso ante la ONU del presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, estuvo salpicado de la siguiente cita destacada:
En contraste con el tono del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, el ministro israelí de Seguridad, Itamar Ben Gvir, pronunció un discurso este viernes por la mañana en el que afirmó lo siguiente:
El propio Itamar Ben Gvir es un colono ilegal que vive en uno de los asentamientos más radicales de Cisjordania, situado en tierras palestinas robadas dentro de la ciudad de al-Jalil (Hebrón). El discurso fue pronunciado a la llegada de los ministros de Seguridad al asentamiento israelí de Evyatar, que incluso viola la ley israelí en este momento, ya que aún no ha sido aprobado por el gobierno.
Las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa
Mientras que las juventudes palestinas alineadas con el Partido Fatah, pertenecientes a los grupos de resistencia armada de las Brigadas de los Mártires de Aqsa, han adoptado la postura de que la rama de olivo de Arafat hace tiempo que ha caído, quedando sólo el arma del luchador por la libertad, los dirigentes de la Autoridad Palestina se mantienen firmes en enarbolarla.
A pesar de haberlo anunciado cinco veces, la la Autoridad Palestina (AP) se ha negado a cancelar realmente su coordinación de seguridad con las fuerzas de ocupación del régimen sionista, provocando la ira de la sociedad palestina.
Según una encuesta reciente, realizada por el Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas, aproximadamente el 80% de los palestinos quiere que dimita el presidente de la AP, Mahmud Abbas. El dirigente cisjordano, que se ha hecho con el control de todos los componentes clave de la AP durante su reinado, ha bloqueado todas las elecciones nacionales desde 2005, cuando fue elegido para un mandato de cuatro años.
El 19 de junio, Cisjordania volvió a estallar en violencia. Sin embargo, esta vez, la cadena de acontecimientos violentos que se produjeron tuvo su origen en el éxito de una emboscada, llevada a cabo por combatientes de las Brigadas de Yenín, contra vehículos blindados israelíes invasores. Oficialmente, el ejército de ocupación israelí admitió que 7 de sus soldados resultaron heridos, 1 de ellos en estado grave, al detonar artefactos explosivos justo debajo de sus vehículos. Esto desencadenó una respuesta militar desproporcionada por parte de las fuerzas sionistas, que utilizaron helicópteros de combate Apache para disparar un misil contra combatientes palestinos por primera vez desde la Segunda Intifada a principios de la década de 2000.
En total, los sucesos de Yenín se saldaron con 7 palestinos muertos, dos de ellos combatientes activos y el resto civiles. Entre los muertos de Yenín había una adolescente y un niño. No obstante, la emboscada había resultado un éxito y el brazo militar de la Yihad Islámica Palestina (YIP), las Brigadas Quds, anunciaron que los israelíes estaban ocultando su verdadero número de víctimas. Este suceso puso de manifiesto que los grupos armados de Cisjordania están evolucionando, no sólo en su capacidad de fabricación de explosivos, sino también en sus tácticas, cada vez más sofisticadas. Esto ha llevado al ex ministro de Guerra israelí, Avigdor Leiberman, a anunciar en la Knesset que "no pasará mucho tiempo antes de que se lancen cohetes Qassam" desde Yenín. La retórica de los políticos sionistas refleja la ansiedad que sienten en estos momentos los colonos israelíes en Cisjordania.
El martes, dos operativos pertenecientes a las Brigadas Qassam de Cisjordania, afiliadas a Hamás, llevaron a cabo con éxito un ataque de resistencia contra colonos israelíes ilegales, cerca de la entrada del asentamiento "Eli". Cuatro colonos resultaron muertos y otros cuatro heridos. Los dos combatientes de la resistencia palestina fueron asesinados. El ataque consiguió sacudir a los colonos y reforzar la idea de que los combatientes de la resistencia palestina pueden matarlos en cualquier lugar.
En total, los sucesos de Yenín se saldaron con 7 palestinos muertos, dos de ellos combatientes activos y el resto civiles. Entre los muertos de Yenín había una adolescente y un niño. No obstante, la emboscada había resultado un éxito y el brazo militar de la Yihad Islámica Palestina (YIP), las Brigadas Quds, anunciaron que los israelíes estaban ocultando su verdadero número de víctimas. Este suceso puso de manifiesto que los grupos armados de Cisjordania están evolucionando, no sólo en su capacidad de fabricación de explosivos, sino también en sus tácticas, cada vez más sofisticadas. Esto ha llevado al ex ministro de Guerra israelí, Avigdor Leiberman, a anunciar en la Knesset que "no pasará mucho tiempo antes de que se lancen cohetes Qassam" desde Yenín. La retórica de los políticos sionistas refleja la ansiedad que sienten en estos momentos los colonos israelíes en Cisjordania.
El martes, dos operativos pertenecientes a las Brigadas Qassam de Cisjordania, afiliadas a Hamás, llevaron a cabo con éxito un ataque de resistencia contra colonos israelíes ilegales, cerca de la entrada del asentamiento "Eli". Cuatro colonos resultaron muertos y otros cuatro heridos. Los dos combatientes de la resistencia palestina fueron asesinados. El ataque consiguió sacudir a los colonos y reforzar la idea de que los combatientes de la resistencia palestina pueden matarlos en cualquier lugar.
En un arrebato de ira, los fanáticos colonos racistas israelíes se lanzaron al asalto de las aldeas palestinas cercanas, cometiendo un pogromo contra la población de Turmusaya.
Alrededor de 400 colonos judíos armados asaltaron el pueblo, protegido por las fuerzas de ocupación, incendiando 30 casas y 60 vehículos; más de 100 palestinos resultaron heridos, 12 por balas reales, y un hombre de 27 años murió de un disparo. Cuando el primer ministro de la AP, Mohammed Shtayyeh, visitó Turmusaya al día siguiente, un residente local declaró a los medios de comunicación que "atribuyo la responsabilidad del ataque, en primer lugar, al gobierno palestino [AP]". El lugareño, al que los colonos quemaron su casa, continuó diciendo que "tenéis 70 mil fuerzas, distribuidlas por los pueblos", instando a la AP a utilizar sus fuerzas para proteger a los palestinos.
Durante la reciente escalada de acontecimientos, las críticas a la inacción de la AP para tomar medidas tangibles que proporcionen seguridad a los palestinos de Cisjordania se han vuelto difíciles de ignorar. La gente entiende que todo diálogo entre la AP e Israel, en relación con la llamada "solución de dos Estados", terminó en 2014 y que no hay esperanza de que estas conversaciones se reanuden. A pesar de ello, se supo que esta semana se enviaron nuevamente garantías, de la AP al gobierno de Estados Unidos, de que seguirán manteniendo la coordinación en materia de seguridad con los israelíes.
A principios de este año, tras una serie de masacres cometidas por las fuerzas sionistas en toda Cisjordania, la AP decidió asistir a dos conferencias sobre seguridad organizadas por la administración estadounidense de Biden. Las reuniones, que se celebraron en Aqaba (Jordania) y en Sharm el Sheij (Egipto), tenían por objeto acercar a las fuerzas de ocupación sionistas y a las fuerzas de seguridad de la AP. Estados Unidos esperaba presentar un plan por el que el aparato de seguridad de la Autoridad Palestina ayudara a desmantelar las fuerzas armadas de la resistencia, asentadas principalmente en el norte de Cisjordania. Esta iniciativa ha fracasado hasta ahora, ya que la AP se ha enfrentado a un escenario casi imposible en el que se le pide que se enfrente directamente a las fuerzas de la resistencia en zonas como Yenín y Nablús. Debido a la incapacidad de la AP para seguir adelante enfrentándose directamente a los miles de combatientes de la resistencia de Cisjordania, los israelíes se ven ahora presionados para llevar a cabo la tarea de una invasión del norte de Cisjordania por sus propios colonos.
- INCERTIDUMBRE
Mahmud Abbas tiene actualmente 87 años y padece varios problemas crónicos de salud, lo que puede significar que se vea obligado a dimitir pronto o incluso que fallezca en un futuro próximo. Si Abbas abandona el poder mientras no hay un sucesor claro y se produce una competición por quién gobernará la AP con los mismos poderes absolutos que tiene actualmente el presidente, las cosas podrían ponerse extremadamente turbias.
Aunque Abbas no sea el más hábil a la hora de tomar decisiones políticas, ha demostrado su capacidad para equilibrar la escena política que le rodea y hacerse con el poder, sin crear una guerra entre partidos. Sin embargo, la división dentro de su partido, Fatah, empezó a manifestarse visualmente durante el periodo previo a las elecciones nacionales palestinas -más tarde canceladas- que Mahmud Abbas anunció para principios de 2021.
El tiempo se acaba para la AP, y este juego de ir a lo seguro, manteniendo contentos a los israelíes, a los estadounidenses y a sus patrocinadores europeos, ya no es una opción viable. La Autoridad Palestina debe dar el paso de respaldar a las fuerzas de la resistencia en Cisjordania si quiere conseguir el apoyo de la opinión pública, de lo contrario, sólo se dirigirá hacia su propia aniquilación.
Según el canal israelí Kan TV, el jefe de su agencia de inteligencia Shin Bet, Ronen Bar, se reunió en la sede de la ONU con altos funcionarios de la organización para advertirles del deterioro de la Autoridad Palestina.
Aunque Abbas no sea el más hábil a la hora de tomar decisiones políticas, ha demostrado su capacidad para equilibrar la escena política que le rodea y hacerse con el poder, sin crear una guerra entre partidos. Sin embargo, la división dentro de su partido, Fatah, empezó a manifestarse visualmente durante el periodo previo a las elecciones nacionales palestinas -más tarde canceladas- que Mahmud Abbas anunció para principios de 2021.
El tiempo se acaba para la AP, y este juego de ir a lo seguro, manteniendo contentos a los israelíes, a los estadounidenses y a sus patrocinadores europeos, ya no es una opción viable. La Autoridad Palestina debe dar el paso de respaldar a las fuerzas de la resistencia en Cisjordania si quiere conseguir el apoyo de la opinión pública, de lo contrario, sólo se dirigirá hacia su propia aniquilación.
Según el canal israelí Kan TV, el jefe de su agencia de inteligencia Shin Bet, Ronen Bar, se reunió en la sede de la ONU con altos funcionarios de la organización para advertirles del deterioro de la Autoridad Palestina.
- EL RETORNO DE ISRAEL
Israel sabe que, en caso de que la AP se desmorone, se verá obligado a reocupar las principales zonas urbanas donde vive el grueso de la población palestina, lo que supondrá una carga militar y económica.
Los tiempos han cambiado y se avecina un enfrentamiento aún mayor, por lo que la AP tiene que ganarse el favor del pueblo palestino, que sólo confiará en ella si adopta la opción de la lucha armada. La AP tendrá que darse cuenta de que Estados Unidos e Israel ya no la verán como un socio, sino que la perseguirán como a un terrorista, al igual que a Hamás, pero ésta es la única forma de evitar su colapso.
Los tiempos han cambiado y se avecina un enfrentamiento aún mayor, por lo que la AP tiene que ganarse el favor del pueblo palestino, que sólo confiará en ella si adopta la opción de la lucha armada. La AP tendrá que darse cuenta de que Estados Unidos e Israel ya no la verán como un socio, sino que la perseguirán como a un terrorista, al igual que a Hamás, pero ésta es la única forma de evitar su colapso.
